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Para ponerle título a esta ruta he estado dudando entre dos candidatos. Inicialmente pensé en dedicársela a un pato, el Porrón Moñudo, (al final el porrón también tiene su ruta) ya que este tipo de anátidas abundan en el Embalse de Cecebre y creo que el nombre puede dar bastante juego. Pero, revisando la información sobre los habitantes de la Zona de Especial Protección de los Valores Naturales (ZEPVN) Encoro de Abegondo - Cecebre, descubrí un pequeño visitante, el Carricerín Cejudo.


El carricerín es el ave migratoria de pequeño tamaño más amenazada de Europa ya que el hábitat que ocupa, "praderas de vegetación palustre de porte bajo inundadas", ha ido desapareciendo. Pero no sólo eso me incitó a dedicarle esa ruta, aunque me parece un motivo suficientemente importante. Lo que realmente me hizo decidirme sin dudarlo, fue que recordé que una pareja de carricerines solía anidar en la parra de la casa de mis padres y que era una gozada oirlos cantar. Por desgracia, hace muchos años que ni siquiera se les oye por allí. Por cierto, ellos si que se hacían buenas rutas:  esa pareja de pequeños pajaritos, se pegaba un viaje de más de 3.000 km (en línea recta), cruzando el desierto del Sáhara, para pasar el invierno en Senegal o en Malí.

Esta ruta sale de O Burgo y recorre las orillas del río Mero para ascender hasta la Presa de Cecebre. Después, una vuelta al pantano pasando sobre el río Barcés y de nuevo, sigue le curso del Mero, para descender al punto de partida. Es parecida, salvo que no sale de A Coruña, a otra que publiqué hace algún tiempo, la Ruta del Mero. Aunque las partes inicial y final de la ruta son "urbanas", creo que la ruta es de esas que rezuman naturaleza. Y, cuando una ruta tiene encanto natural, me entran muchas ganas de dedicársela a algún animal (Ruta de los Caballos, Ruta de los Cárabos, Ruta de los Salmones, Ruta de los Lobos, Ruta de los Gavilanes y Ruta de los Renos). De todas maneras, en esta ruta también hay otro gran atractivo, que pasa un poco desapercibido, el Puente Romano de O Burgo. Ruta de naturaleza y contraste.

Empezaré este artículo confesando que me encanta la nieve. Es más, me fascina. Siento una atracción compulsiva hacia la nieve y, esa atracción es tan fuerte, que sólo de verla me pongo nervioso. Y ya que estoy de confesiones, aprovecho para contaros que el ciclismo no es el deporte que más me gusta, aunque es el que más practico. El deporte que más me gusta es el esquí, y eso es un problema cuando vives en A Coruña, porque la nieve está "a tomar por saco". Mantuve un portal sobre esquí durante unos 5 años, engorile.com (acabo de "encederlo" en esta dirección, para rememorar viejos tiempos) y a finales de 2008 lo convertí en "agregador de noticias de esquí", ya que no tenía tiempo para mantenerlo.


Por desgracia existen tres motivos por los que no he vuelto a esquiar desde Febrero de 2007 (última escapada a Les Menuires, Tres Valles, Alpes Franceses -... MUUUUY lejos de Coruña):

1. El primer motivo es una pequeña lesión que me hice en la rodilla derecha: rotura total del ligamento lateral interno, rotura total del ligamento cruzado posterior, elongación o rotura ligamentaria leve del cruzado anterior y desinserción fermoral de las fibras distales del músculo vasto interno del cuárdiceps y del alerón interno de la rótula, con lesión capsular focal. Por cierto, en la rehabilitación de esa lesión fue cuando volví a recuperar la afición por la bici (que tenía aparcada-tirada en el garaje desde 1995).
   
2. El segundo motivo se llama Fran, tiene casi tres años y "me roba" (estoy encantado de que lo haga) una gran parte del tiempo libre. 
3. El tercer motivo se llama Laura, tiene casi un año y "me roba" (estoy encantado de que lo haga) otra gran parte de mi tiempo libre.
   

Y no es que no quiera ir a esquiar por estar con la familia, es que quiero ir a esquiar CON la familia. Así que me queda esperar un par de añitos (o menos, ¡¡igual hay suerte!!).

¿Y todas estas confesiones a que vienen? Es que la semana pasada ha nevado en los alrededores de A Coruña (donde ha nevado 50 días en los ultimos 100 años). ¿Y qué hace un chalado por la nieve, ex-esquiador malo y lesionado, reconvertido a mal ciclista dominguero, cuando tiene la nieve a unos pocos metros de su casa?


música del vídeo: "Gasoline" del album "Out of it" de Brad Sucks. Obtenida de Jamendo con licencia Creative Commons.

Vamos con una nueva comparativa. Este año, Papa Nöel se ha portado y me ha traido un fantástico Garmin Edge 705, así que, tras desempaquetarlo, encenderlo y todo eso, he decido ponerlo a prueba. Teniendo en cuenta que ese pequeño "ordenador de a bordo" tiene una gran cantidad de funcionalidades y que en este blog, sobre todo, hablo de rutas "grabadas en bicicleta", en esta prueba vamos a revisar como se comporta el 705 a la hora de grabar dos parámetros importantísimos: la posición y la altitud.



En pruebas anteriores habíamos visto que tal calculaban la posición un teléfono con GPS incorporado y otro con una pastilla GPS externa, y también habíamos visto como calculaban la altitud, comparándolos con un GPS Data Logger. En este caso vamos a hacer un todos contra todos, o mejor dicho, un Garmin Edge 705 vs. todos (es decir, el Garmin contra toda la cacharrada electrónica a mi alcance para poder comparar).

¡Que frío! ¡Vaya ruta!
:-)
-- enviado desde mi movil